LA GAITA Y EL TAMBORIL
Como es tradicional, el 25 de abril en nuestra ciudad tiene un acontecimiento singular. La Cofradía del Santo recorre los domicilios de las doncellas que el 11 de mayo portarán sobre sus cabezas el PAN DEL SANTO, en la singular procesión del PAN DEL SANTO Y DEL PEREGRINO.
Las jóvenes calceatenses son pintadas en la cara con tinta azul por el Prior de la Cofradía, acompañada la comitiva por los cofrades, gaiteros y numerosa chiquillería que disfrutan del acontecimiento pintándose también unos a otros.
Cuenta la tradición que en tiempos remotos, el escribano de la Cofradía iba por las casas de las doncellas para inscribirlas en el registro, y que por un descuido manchó la cara de una joven. A partir de entonces cada año en un día como hoy, las doncellas son pintadas, señalándolas con la pluma de ave y el añil.